Reseña: Estrellas fugaces

Título original: Extraordinary means
Serie: Libro autoconclusivo
Autor (a): Robyn Schneider
Editorial: Alfaguara / Me gusta leer México
Páginas: 328
Disponible en México
¡Gracias a la editorial por el ejemplar!

Una historia de amor y de amistad y de segundas oportunidades que transmite ganas de vivir y de aprovechar el momento. 

Lane, un chico decidido a llegar lejos, siempre ha vivido pensando en el mañana... hasta que le diagnostican una enfermedad incurable. De un día para otro, es internado en Latham, un centro para adolescentes en cuarentena. Allí se reencontrará con Sadie, una chica fascinante y atrevida que sigue ofendida por un desplante que él le hizo años atrás (cuando Sadie era una chica más bien aburrida). Ella y sus excéntricos amigos le enseñarán a Lane a saltarse las reglas y vivir el momento, pero ¿qué te queda cuando no tienes tiempo? En Latham, Lane descubrirá el amor, las ganas de vivir y puede que hasta el milagro de una segunda oportunidad.

Mi opinión

Hace escasos años las enfermedades empezaron a cobrar fuerza. como el ébola o la gripe aviar, como estas también lo hizo la tuberculosis, una nueva sepa cobro vida a tal grado que se volvió mortal, las personas empiezan a morir y hay más contagios, es aquí en donde entra Latham un centro de ayuda para los jóvenes que tienen esta enfermedad, es un tipo campamento donde los internan, pero a su vez tienen una "vida" van a la escuela, hacen amigos, los alejan de redes sociales y los ayudan a controlar su enfermedad o a morir en el camino. 

En el Hogar Latham nos animaban a creer en los milagros. En las segundas oportunidades. Nos levantábamos cada mañana con la esperanza de que las probabilidades, de algún modo. hubieran variado a nuestro favor. 

Sadie nuestra protagonista tiene más de un año en dicho lugar, ya se ha dado por vencida ya que su enfermedad no empeora pero tampoco mejora y le es imposible salir de ahí, además de que tiene miedo de regresar a su casa, a un lugar donde no encaja y ella dejo de existir, así que pasa sus días ocasionando problemas, finalmente no tiene nada que perder.

Luego aparece Lane que tenía toda su vida planeada cuando se entera de su padecimiento, así que los exámenes, su novia, la universidad, todo ha quedado de lado, ingresa a Latham pero empieza a tener complicaciones para adaptarse, ahí vuelve a ver a Sadie una chica que conoció hace algunos años en un campamento, que a pesar de nunca haberle hablado la sigue recordando, así que después de pasar momentos complicados Lane empieza acercarse a Sadie y a sus amigos, y empieza, por primera vez en la vida, a vivir. 

Antes de empezar esta reseña tengo que contarles algo muy personal, hace casi cuatro años yo fui diagnosticada con tuberculosis, fue y probablemente ha sido una de las prueba más difíciles y complicadas que he experimentado, así que al leer la sinopsis de esta historia me era imposible no sentirme identificada y a su vez tenía muchas ganas de ver la manera en que la autora manejaría el tema. 

Porque la tuberculosis no es como el cáncer, una enemiga al que te enfrentas con tu familia y amigos sentados alrededor de la cama para decirte lo valiente que eres. Nadie te toma de la mano: contienen el aliento. Te envían a sitios como Latham para proteger a los demás, porque es lo mejor para ellos, no para ti.

Sin duda alguna Estrellas fugaces ha sido una historia dulce para a su vez cruel de leer, ya que los personajes tratan de lidiar con los sentimientos de existir pero a su vez ser dejados de lado, pero créanme que no es un libro triste ya que en el camino empiezan a disfrutar de las pequeñas cosas, como les comento hubo muchos detalles con los que me sentí identificada y pude entender las cosas por las que pasaban. 

Creo que la lectura es sobre aprender a vivir, saber que aunque el camino tenga un final a veces podemos encontrar puertas secretas y que pese a todo no debemos darnos por vencidos. 

Hace poco oí que comparaban mucho este libro con Bajo la misma estrella, no creo que sean lo mismo ya que las situaciones son diferentes y también los sentimientos, cada uno refleja a su manera, los miedos y problemas que ciertas personas viven y si, cada uno es especial, si tengo que elegir uno creo que diré que me quedo con este sin la menor duda. 

-Te diré un secreto -continué-: no es lo mismo estar muerto que estar muriéndose. Todos nos estamos muriendo. Algunos durante noventa años y otros durante veinte. Pero cada mañana todos y cada uno de los seres de este planeta despiertan un día más cerca de la muerte. 

La historia es muy sencilla de leer, esta narrado en primera persona por Lane y Sadie y con ellos vamos viendo como los sentimientos empiezan a surgir lentamente, también tenemos a sus compañeros de aventuras, Marina, Charlie y Nick que cada uno también tiene una historia que contar.

Tal vez lo único que no me convenció y que como experiencia personal puedo mencionar, es que hay ciertos detalles de la tuberculosis que no me gustaron como los presentaron, por ejemplo, cuando Lane le diagnostican la enfermedad ingresa a Latham y uno de los síntomas es la perdida de la fuerza, a tal grado que no puedes levantarte de la cama, con el medicamento todo vuelve a la normalidad pero estamos hablado que aquí Lane no tiene ningún medicamento y aún así puede moverse, otra cosa nadie usa tapabocas y es algo vital para evitar que el virus se propague, tal vez sean cosas sin importancia pero siendo que la enfermedad la presentan como mortal la autora debió apegarse más a la realidad.

Lo malo de tratar de burlar a la muerte es que siempre tienes las de perder.

Fuera de ahí fue una lectura perfecta, me hizo reír me hizo llorar, me hizo ver cosas que antes no había notado y como de seguro pueden notar hay muchas frases de la historia que me encantaron así que yo recomiendo ampliamente esta lectura, otro de mis libros favoritos de este 2016.

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